5.3.14

Laberinto de luz. #1 Bienal de Cartagena de Indias, Colombia.

Boceto de la planta de la instalación. 
Vista lateral izquierda.

Detalle de la instalación.

Vista lateral derecha.

biaci.org

El espacio asignado para la instalación Laberintos de luz está localizado en la calle del Triunfo, en un  jardín que discurre paralelo a la muralla, un referente del pasado colonial de Cartagena de Indias. Esta ubicación me sugirió proyectar un castillo de papel, como metáfora de las murallas burocráticas a las que estamos sujetos en la actualidad; pero, a la vez, en sintonía formal con los cuadernillos-acordeón japoneses, que se pliegan y despliegan.

La utilización de la luz, como elemento primordial de la instalación no es casual, sino que busca transcender el espacio bidimensional de mis dibujos y pinturas, anteriormente poblados de velas encendidas, soles, laberintos, llamas, flechas, barcas, elementos cargados de simbolismo espiritual, que forman parte de mi lenguaje plástico desde 1994, para irrumpir a partir del 2002 en forma de objetos y, tres años más tarde, intervenir en el espacio mediante las instalaciones lumínicas con las que crear un nuevo plano de percepción y de significado.

La luz posee una doble vertiente, que se deduce de su propia naturaleza, como onda, la que ilumina el espacio visual y como partícula, cuya energía se expande más allá de las fronteras físicas, un aspecto este último que se contrapone con la solidez y finalidad defensiva de los bloques de la muralla, ya que las partículas de luz recorren espacios infinitos.

 Las estructuras metálicas con los fluorescentes de la instalación recorren el jardín, bordeando los árboles y palmeras en planos angulares, cuyo desarrollo remite a ciertos ejercicios pedagógicos de Paul Klee, en los que deconstruía una estrella de seis puntas, iluminando con diferentes colores los distintos entramados.

Esa interacción entre el pasado y el presente, entre piedra y luz, invita a reflexionar en torno a las fronteras físicas y burocráticas del mundo globalizado, pero quiere provocar al mismo tiempo una experiencia espiritual en el espectador, mientras contempla el laberinto de luz.