30.6.10

Museo Patio Herreriano


Carlos Schwartz entró a formar parte del grupo de artistas de la Colección Arte Contemporáneo del Museo Patio Herreriano a raíz de la adquisición de una de sus obras, Descuento 2, realizada en el año 2009, durante la última edición de ARCO. Con la compra de esta pieza, en la que Schwartz muestra su concepción de la luz con un conjunto tridimensional de varillas y fluorescentes, la Colección sigue consolidando su apuesta por el arte español más actual.

La intervención “Línea de luz”, que se inaugura el 17 de junio, está compuesta por siete obras: “Una línea de luz”, “Líneas paralelas”, “Intersección”, “Tetraedro”, “Exaedro”, “Dodecaedro” y “Escala”, que han sido creadas y pensadas para su instalación en la Capilla del Museo Patio Herreriano y están proyectadas en hierro, acero inoxidable, madera, tubos fluorescentes y material eléctrico.

Este proyecto es una propuesta de índole ambiguamente escenográfica. Los distintos elementos vistos en conjunto parecen a la espera de una interpretación. El significado de las obras oscila entre su mera objetividad y su capacidad de generar metáforas; es decir, una línea, una escala, tres cuerpos geométricos regulares, etc. se trascienden al iluminarse y su objetualidad se vuelve inmaterial con la luz. Esa desmaterialización luminosa invita a recorrer la sala, de esa forma la línea se convierte en trayectoria, la escala en ascenso y los sólidos platónicos en hitos.

Esta intervención ha sido posible gracias al patrocinio, desde el año 2005, del Grupo COVIPRO, y gracias a la colaboración en esta ocasión de PHILIPS y la Bodega Emina, del Grupo Matarromera.

Sobre la Capilla de los Condes de Fuensaldaña. El Patio Herreriano. Museo de Arte Contemporáneo Español, cuenta con el espacio de la Capilla (antigua Capilla de los Condes de Fuensaldaña), que ha sido restaurada como lugar expositivo. La rehabilitación arquitectónica, mezcla de pasado y modernidad, la ha convertido en uno de los espacios emblemáticos del Museo. La Capilla posee una fuerza y un carácter difícilmente igualables, lo que ha hecho que desde el principio albergue muestras de una naturaleza particular, proyectos que son capaces de competir y complementar a la arquitectura que las ampara. La Capilla ha acogido desde el principio dos tipos de intervenciones. Por un lado promueve proyectos que consisten en obras creadas específicamente para este lugar (site-project), que fomentan la investigación y presencia de nuevos planteamientos artísticos. Por otro muestra obras ya existentes, normalmente esculturas, que encuentran en la Capilla un ámbito idóneo para su exhibición.

La Capilla se propone por tanto como un espacio donde profundizar sobre el hecho artístico contemporáneo, a partir del trabajo directo de los artistas y del fomento de la producción de proyectos. Un trabajo realmente enriquecedor tanto para el Museo como para los artistas.

Información general:

Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español de Valladolid

C/ Jorge Guillén, 6, 47003, Valladolid.
Martes a viernes 11:00 a 20:00 h.
Sábados: 10:00 a 20:00 h.
Domingos: 10:00 a 15:00 h.
Lunes: cerrado (excepto festivos)


TEA / Tenerife Espacio de Arte)




La exposición que Carlos Schwartz presenta en TEA Tenerife Espacio de las Artes nos propone una aproximación visual y reflexiva al arte que hoy se piensa y se mira a sí mismo pero tomando lo real como materia prima básica para constituirse. No cabía esperarse otra cosa de una cita con el arte como ésta, en la que el autor de los artefactos que contiene nos invita a pensar -tras mirar y observar- de otra manera, un modo diferente, fuera de convenciones y apriorismos.
En la muestra, que recoge trabajos de los últimos dos años, se manifiestan los diferentes registros en los que el artista desarrolla su trabajo: esculturas desestructuradas que se apoyan en el suelo o en la pared -con mobiliario, construcciones metálicas y neones-, instalaciones en las que mezcla algunos de los materiales citados con maderas para lograr un equilibrio inestable en la ocupación del espacio, y dibujos postminimalistas en torno a variaciones formales cercanas a lo tridimensional.
Precisar qué es arte desde el adentramiento en los contenidos o desde la descripción de las formas resulta muy complejo (¿por qué esta forma o ese contenido sí lo son, en tanto que aquellas otras no?), pero sí nos es dado deducir que, como mínimo, arte es algo que contiene una escena diferente a lo habitual, una composición que estimula la aparición de imágenes en nuestra mente, estimula los sentidos y aclara el juicio donde lo teníamos obnubilado o donde ni siquiera sabíamos que lo teníamos. Una mezcla de singularidad y alteridad que rompe -a la vez que paradójicamente une- lo que es arte con lo que no lo es. A veces la singularidad del arte la descubrimos por lo que niega o por el hueco que descubre. Algo de ello sucede con las construcciones luminosas y arquitectónicas de Schwartz, que las reconocemos como distintas de la realidad habitual, como no pertenecientes a ella para alguna función reconocible (a pesar de que cada una de sus partes -papeleras, sillas, puertas, pantallas de lámparas...- sí las tengan), y sin embargo las interpretamos como arte porque nos dotan de un aparato iconográfico poderoso que destila preguntas y respuestas ante el que nos posicionamos con asombro.
El trabajo de Schwartz indaga en la posibilidad de una armonía entre elementos contrarios, en la posibilidad de obtener luz del dislocamiento y la fractura de lo cotidiano. Para ello utiliza escaleras de carácter industrial separadas de las arquitecturas que les serían propias para constituirse en elementos escultóricos en si mismos que se elevan en el espacio para no llegar a ninguna parte, aunque en esa ascensión derraman iluminación. Mezcla de contrarios, hibridación de dispares, unión de lo inesperado, (des)composición articulada... Schwartz aborda la escultura como una formalización del pensamiento actual fruto de lo aparentemente azaroso, frágil y liviano que nos rodea.
Podría decirse que sus construcciones materializan una suerte de paradójica presencia, pues de una parte nos resultan reconocibles en sus elementos constituyentes ya que pertenecen a lo cotidiano funcional, pero por otra parte elaboran una presentación de sí mismas que conduce a la perplejidad. Atraen la curiosidad por la vía de la identidad, al tiempo que provocan la duda por mostrarse como Otra cuestión, por su alteridad.

Javier González de Durana / Director Artístico de TEA
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22-ene-10
TEA Tenerife Espacio de las Artes presentó la exposición individual del escultor Carlos Schwartz (La Laguna, 1966) en la que el artista descubre el resultado final del trabajo que ha realizado a lo largo de estos dos últimos años. Acompañado del coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, y del director artístico de TEA Tenerife Espacio de las Artes, Javier González de Durana; el artista explicó que a través de este proyecto ha querido contar una historia personal usando todos aquellos elementos de trabajo con los que, desde los años 90, construye su discurso artístico.

Así, con luces de neón y con diversos objetos -algunos encontrados y otros elaborados-, el creador ha reinventado su propio mundo; un universo en el que la cotidianeidad adquiere una nueva lectura. Y es que para este polifacético artista lagunero la materia a la que alguien dio vida con un determinado fin no siempre muere con su causa; ésta puede subsistir, revivir en el arte. "Por encima de lo real y de lo cotidiano existe un sentido superior", señaló Carlos Schwartz quien, tras agradecer al Cabildo de Tenerife y a TEA la confianza depositada en él, recordó que "tras estas obras aparentemente sencillas hay mucho trabajo".
Cristóbal de la Rosa, que subrayó que ésta es la primera vez que una de las salas de TEA Tenerife Espacio de las Artes se rinde por completo a un artista lagunero, valoró las múltiples lecturas que ofrecen las piezas de Carlos Schwartz. "El suyo es un trabajo asombroso, un trabajo en el que los objetos fragmentados se unen de una forma muy especial, con la luz", remarcó el también vicepresidente de TEA quien recordó que en una de las exposiciones inaugurales de este centro ya se había mostrado una de sus instalaciones, Escalera desde arriba hacia aquí."Sus obras, que van en búsqueda del conocimiento y nunca dejan de asombrarnos", agregó De la Rosa.
Por su parte, Javier González de Durana también quiso resaltar la calidad de estos trabajos, a través de los cuales crea una especie de paradojas con elementos, aparentemente chocantes entre sí. "Carlos Schwartz dibuja con luz sus ideas", indicó el director artístico de TEA quien explicó que la muestra se completa con una de sus series de dibujos. Además de ello, González de Durana valoró de forma especial la pieza que el artista elaboró para el muro exterior de la sala que, hasta el próximo 11 de abril, albergará sus propuestas.
Un viaje al interior del ser
El espectador que visite se encontrará con esa historia personal que arranca con unas barcas, que continúa con unas escaleras sin límites que conducen al infinito y que concluye con la llegada al propio ser. Un ser que sólo se siente a través del sistema nervioso, como metáfora lumínica de lo que somos. "Además de este modo, he querido establecer un paralelismo entre las energías del sistema nervioso y las que se desprenden de la propia exposición", agregó por su parte el artista, cuyas obras visten de poesía y cubre de múltiples significados la cotidianeidad.
Respecto a su serie de dibujos, Ventanas ciegas, él mismo aclaró que aunque ésta no esté iluminada como el resto de las piezas, sí que existe en ellas la luz. Sin embargo, y jugando nuevamente con los contrarios, la luz se tapa cubriendo de pintura negra cada una de esas ventanas. Carlos Schwartz descubre ahora -y tras haber dado buenas muestras de su quehacer en numerosas individuales y colectivas, tanto en su Isla como en otros puntos del país y Europa- todo su potencial creativo, todas esas ideas que han pasado del papel a las tres dimensiones y que se han cubierto de luz. Los elementos con los que el pintor y escultor lagunero construye sus obras enseñan a los ojos que los contemplan a descubrir en lo cotidiano aquello que no lo es.
Carlos Schwartz (La Laguna, 1966) vive y trabaja en Madrid y Berlín. Scarlatti fue su primera individual, muestra que pudo verse en Santa Cruz de La Palma en el año 1989. Desde entonces, ha expuesto su universo particular en La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, Berlín, Málaga, Madrid, Casablanca, Marruecos, Oporto o Lisboa. Entre sus últimas exposiciones individuales cabe destacar la que se desarrolló en la galería madrileña Fúcares en 2009 y otra que, a lo largo de ese mismo año, se pudo contemplar en la galería Artnueve, de Murcia. También en 2009 sus obras compartieron escenario con otras piezas de artistas canarios en el Espacio Canarias, de Madrid. Esta colectiva se presentó al público bajo el título de Canarias [ida y vuelta].
Además de ello, el pasado año Carlos Schwartz también expuso su arte en el Artium de Vitoria, en la galería Graça Brandao de Lisboa y en el Festival Alterarte de Murcia. Salzillo 21 (sala Verónicas, Murcia, 2007), En las cálidas noches del estío (galería Fúcares, Madrid, 2005),Redividir Domínguez (Estudio Artizar, La Laguna, 2005), Instinto (galería Fúcares, Almagro, 2004), Donde la ciudad pierde su nombre (galería Sandunga, Granada, 2001) y San Sebastián(San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 2001) son algunas de las colectivas en las que ha participado.
Schwartz completa su currículum con veinticinco exposiciones individuales. Tras la luz (2006),Crimen de Agustín Espinosa (2005),Velando la verdad (2004), Lecciones de Tinieblas (2003),Hacia la transparencia (2001), Visiones de F. (2000), Matthaus-Passion(1999) o Fuga de muerte(1994) son sólo algunos de los títulos de las muestras individuales que ha tenido desde 1989.